México, 9 de enero .- En el V Congreso Internacional de la Lengua, a celebrarse en marzo próximo en Valparaíso, Chile, rendirá un homenaje a la poesía, con especial mención a la Premio Nobel de Literatura Gabriela Mistral, fallecida el 10 de enero de 1957.
En dicho encuentro, donde se velará por la buena salud del español de las dos orillas, para dar continuidad a los trabajos que ya hicieron o en los anteriores congresos, también se recordará a sus compatriotas, los vates Pablo Neruda, Gonzalo Rojas y Nicanor Parra. Las anteriores ediciones del Congreso Iberoamericano se realizaron en las ciudades de Zacatecas (México) en 1997, Valladolid (España) en 2001; Rosario (Argentina) en 2004 y Cartagena de Indias (Colombia) en 2007.
Enemiga de la retórica y amante del lenguaje coloquial, la reconocida poetisa Gabriela Mistral nació el 6 de abril de 1889, hija de un maestro rural que abandonó a su madre y a ella cuando recién cumplía tres años. Lucila Godoy Alcayaga, su verdadero nombre y quien más adelante adoptaría el seudónimo de Gabriela Mistral, vio la primera luz en Vicuña, Chile; tuvo que enfrentar una niñez difícil en uno de los parajes más desolados del país sudamericano.
A los 15 años publicó sus primeros versos en la prensa local y empezó a estudiar para maestra; unos años después, en 1906, se enamoró de un modesto empleado de ferrocarriles, que por causas desconocidas se suicidó al poco tiempo, lo que le dejó una honda pérdida que inspiró sus primeros versos importantes. En 1910 obtuvo el título de maestra en la capital chilena y cuatro años después se produjo su consagración poética en los juegos florales de esa misma ciudad.
Los versos ganadores -"Los sonetos de la muerte"- pertenecen a su libro "Desolación" (1922), que publicó el Instituto de las Españas de Nueva York. En 1925, la maestra dejó la enseñanza y, tras actuar como representante de Chile en el Instituto de Cooperación Intelectual de la Sociedad de las Naciones, en Ginebra, Suiza, fue nombrada cónsul para representar a su país en Nápoles, Italia, y en Lisboa, Portugal.
De regreso a su patria colaboró decisivamente en la campaña electoral del Frente Popular (1938), que llevó a la Presidencia de la República a su amigo de juventud, Pablo Aguirre Cerda. En 1945 recibió el Premio Nobel de Literatura y viajó por todo el mundo, seis años después se le entregó el Premio Nacional del ramo en su natal Chile. Para los estudiosos de su obra, la poesía de Gabriela Mistral está inspirada en el modernismo, más concretamente de Amado Nervo, aunque también se aprecia la influencia de Frederic Mistral (de quien tomó el seudónimo) y el recuerdo del estilo de la Biblia.
"De algunos momentos de Rubén Darío tomó, sin duda, la principal de sus características: la ausencia de retórica y el gusto por el lenguaje coloquial. A pesar de sus imágenes violentas y su gusto por los símbolos, fue, sin embargo, absolutamente refractaria a la `poesía pura´", señalan los expertos. Sus temas predilectos fueron la maternidad, el amor, la comunión con la naturaleza americana, la muerte como destino y, por encima de todos, un extraño panteísmo religioso que, no obstante, persiste en la utilización de las referencias concretas al Cristianismo.
Al citado "Desolación" siguieron los libros "Lecturas para mujeres destinadas a la enseñanza del lenguaje" (1924), "Ternura" (1924), "Canciones para niños"; "Tala" (1938); "Poemas de las madres" (1950) y "Lagar" (1954). Póstumamente se recogieron su "Epistolario" (1957) y sus "Recados contando a Chile" (1957), originales prosas periodísticas, dispersas en publicaciones desde 1925. Gabriela Mistral falleció el 10 de enero de 1957, en la ciudad de Nueva York. (Con información de Notimex/JOT)