El Universal
Sábado 09 de enero de 2010
ssierra@eluniversal.com.mx
Con retratos de sombras, la indígena Juana López López le dio forma a una serie de fotografías que llamó “Expulsión”, en la cual representa la historia que la marcó a ella, a su madre y a sus hermanos: hace 35 años tuvieron que salir de San Juan Chamula, Chiapas, amenazados de muerte porque se convirtieron en evangélicos.
Los seis llegaron a San Cristóbal de las Casas para no regresar nunca más a su comunidad. “No permiten que volvamos, si regresamos nos matan, a algunas familias las mataron. Salimos, nos quedamos en la montaña, no sé como llegamos a San Cristóbal. La foto es para mostrar cómo expulsaron”, cuenta Juana, que entonces tenía cinco años y quien hoy es una de las integrantes del Archivo Fotográfico Indígena.
La serie de fotos “Expulsión” es una de las que por estos días se puede visitar en la Celda Contemporánea de la Universidad del Claustro de Sor Juana, donde está la muestra Mudanzas: migraciones múltiples.
En la exposición varias fotógrafas documentan su propio viaje, desplazamiento o el de otros, o registran las huellas de la migración en Tijuana, Chiapas, Oaxaca, Jalisco y otros lugares de México y Estados Unidos.
El conjunto de artistas es muy diverso, hay creadoras de origen tzotzil, tzeltal, chol, zapoteca, zoque, mixteco, chatino y mestizo: Antonia Girón Intzin, Juana López López, Pascuala Hernández Díaz, Refugia Guzmán Pérez, Amanda Gutiérrez, Luna Maran, Claudia López Terroso, Ana Santos, Martha Toledo, Patricia Martin, Ingrid Hernández y Tania Candiani. Se trata de una muestra organizada por el Museo de Mujeres Artistas Mexicanas (MUMA).
Una corriente de fotografía
Ingrid Hernández presenta en la exposición una serie de fotos de los asentamientos irregulares en Tijuana, ciudad donde nació y vive: “Más del 50% de Tijuana es irregular, pero estos asentamientos están conformados por gentes de diferentes partes de la República, y llegan a asentarse con todo el bagaje que tienen, con los elementos de desecho de la ciudad, con lo que desecha Estados Unidos. Así es como la gente va construyendo sus viviendas”.
Ella presenta en la muestra una serie de Las Golondrinas y Nueva Esperanza, que este 2010 pasará de ser un asentamiento irregular a uno plenamente constituido. “A Tijuana lo caracteriza la intensidad en el flujo de personas, pero también de objetos”.
Acerca de la exposición comenta: “Nos parecemos mucho, se puede decir que es una corriente: fotógrafas que trabajan lo doméstico desde una perspectiva muy íntima”.
Lucero González, fotógrafa e iniciadora del Museo de Mujeres explica el sentido de la muestra: “Vi la urgencia sobre el tema, la necesidad de dar visibilidad a las fotógrafas que vienen de otras culturas. Mudanzas: migraciones invita a fotógrafas de Chiapas, de Oaxaca, del norte, a hacer un diálogo con estas artistas de frontera que han estado trabajando con organizaciones de migrantes que se asientan ahí. Mi pregunta, al curar la exposición, es ¿qué es lo que miran las fotógrafas hoy en día en sus comunidades? ¿desde dónde miran?”.
Pobreza y construcción
Refugia Guzmán, Antonia Girón también son de Chiapas; ellas y Juana López se conocieron en el Archivo Fotográfico Indígena -que en 1992 inició Carlota Duarte-; ahí han sido capacitadas para aprender fotografía, conocer la técnica y desarrollar sus propuestas.
De origen chol, Guzmán se aficionó a la fotografía desde muy chica porque, como muchos de su etnia, quería recordar cómo fueron: “A los 12 años, con el primer trabajo que tuve, me compré una cámara, y casi todas las fotos que tiene mi familia fueron tomadas por mí. Me interesaba el recuerdo, guardar”.
En la exposición Guzmán muestra cómo otra indígena, Eva, buscó y logró mejor su forma de vida después de que salió de su pueblo. Al respecto cuenta: “No por el hecho de ser indígenas no podemos llegar a hacer nada, tal vez no llegamos a ser personas muy ricas pero sí podemos tener una vida tranquila, es lo que ella hizo vendiendo comidas”.
En una línea similar, Antonia Girón tomó a una familia que no tenía nada, pero todo cambió cuando el hombre se fue a Estados Unidos, y así construyeron una casa. “Es la primera vez que sale mi trabajo en catálogo, nunca he tenido un catálogo así en mis manos”, cuenta la indígena y adelanta que con el Archivo están preparando un proyecto de abecedario tzeltal que tendrá fotografías y textos también en español e inglés.
“Todas las fotógrafas buscamos lo mismo -afirma Ingrid Hernández-. Me acerco con una mirada que se aleja de la lástima, de esa visión bouyerista, de esa manera de acercarse a la pobreza que vemos en los medios. Queremos una perspectiva que dignifique el papel de las comunidades. Tenemos coincidencias en lo que representamos hay muchas coincidencias estéticas”.
Mudanzas: migraciones múltiples se exhibe en la Celda Contemporánea de la Universidad del Claustro de Sor Juana hasta el 16 de enero en Izazaga 92, Centro Histórico (cerca de la estación Isabel la Católica del metro).
Otra versión de la exposición se presenta en FOMMA, Fortaleza de la Mujer Maya, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas y a partir del 4 de marzo tendrá como sede el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo de Oaxaca.