Notimex
El Universal
BERLÍN
Domingo 14 de marzo de 2010
15:00
Héroes: de la nostalgia a lo especial, así se llama la exposición organizada en el museo industrial Henrichhutte, en Hattingen, en la cuenca del Ruhr, enmarcada en los actos con motivo de la capitalidad europea de la cultura 2010 que celebra este año la región
En el marco del programa, la antigua cuenca industrial alemana, aprovecha las antiguas fábricas de metales para crear espacios inéditos de exposición. Y así ocurre en este caso, donde una antigua fábrica de acero sirve de marco para hacer reflexionar al visitante sobre los héroes y las personas que han marcado su vida.
¿Quién son realmente las personas que han marcado nuestra vida? ¿Por qué a todos les gustaban los comics o películas del quizá héroe más legendario y universal, Superman, y lloramos con la muerte del indio Winnetou?, son algunas de las preguntas que se plantean al visitar la muestra que acaba de inaugurarse en a localidad y que podrá verse hasta el 31 de octubre.
Pero no sólo habla de héroes antiguos, sino también de modernos, como las víctimas de los atentados terroristas más devastadores de nuestra época. En total, la muestra expone 850 objetos que van desde antiguedades hasta la actualidad más reciente. El más antiguo tiene dos mil 300 años: se trata de un biberón con una imagen del antiguo héroe Heracles, junto al que se expone el fusil plateado de Winnetou, una chaqueta del famoso comisario investigador de crímenes Schimanski o un conductor especial con el que activistas de Greenpeace pudieron saltarse una valla para entrar en una central nuclear.
Tampoco podían faltar los héroes locales de la zona del Ruhr y Renania del Norte Westfalia, como el futbolista Helmut Rahn. Con sus zapatos de fútbol expuestas llevó a Alemania a la victoria en el Mundial de 1954. El policía neoyorquino y experto en seguridad, James Francis Lynch, tenía realmente el día libre el 11 de septiembre de 2001, tras haber sido sometido a una operación. Pero cuando se enteró de los atentados terroristas contra el World Trade Center, corrió a la zona del desastre para ayudar.
Casi tres meses después se sacaron sus restos de los escombros de la torre sur: aún tenía su linterna con su número de servicio en la mano. También el gorro de visera que llevaba en el momento de su muerte puede verse en la muestra, en la que también se expone una viga de acero del World Trade Center neoyorquino y el casco de un bombero también fallecido. Son algunas de las piezas más conmovedoras. Héroes deportivos, nacionales o del movimiento de los trabajadores, "héroes del trabajo" o héroes convertidos en tal por los medios en el presente, como los ganadores de los concursos que buscan descubrir el talento de los concursantes.
De forma crítica mira la muestra sin embargo a los héroes de guerra: frente a carteles sobre ellos se muestran fotografías de soldados heridos e incluso la prótesis de una pierna. También se cuestiona un tema de actualidad, como es el debate actual por la medalla al valor que quiere instaurar el Ejército alemán. „Los tipos de héroes tradicionales se desarrollaron en la Antiguedad y la Edad Media", explica el curador de la muestra, Dietmar Osses. Como Heracles, o Hércules para los romanos. Su estatua de 3.20 metros de altura hecha según una imagen del siglo IV a.C.recibe a los visitantes.
Pero tampoco silencia el lado débil de muchos héroes, como la espectacular derrota de Superman en 1978, cuando perdió sobre un ring contra Mohammed Ali. Después, salvaron juntos el mundo.
