NotimexEl Universal
CIUDAD DE MÉXICO
Lunes 15 de marzo de 2010
11:34
Con un repertorio musical conformado por arias de ópera, zarzuela, baladas italianas y boleros mexicanos, el tenor José Carreras se ganó al público de este país que de pie le brindó una gran ovación, la víspera, en el Auditorio Nacional.
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Con un repertorio musical conformado por arias de ópera, zarzuela, baladas italianas y boleros mexicanos, el tenor José Carreras se ganó al público de este país que de pie le brindó una gran ovación, la víspera, en el Auditorio Nacional.
Tras casi 17 años de no presentarse en dicho recinto, Carreras (1946), famoso por sus interpretaciones en obras de los compositores italianos Giuseppe Verdi y Giacomo Puccini, regresó al coloso de Paseo de la Reforma para demostrar porqué es uno de los mejores tenores líricos ligeros de la segunda mitad del siglo XX y en lo que va del XXI. Conocido por el lirismo y pureza de su voz, el intérprete, quien se encuentra en México realizando una pequeña gira de conciertos, cautivó a unas cinco mil personas, quienes entre pieza y pieza lo arroparon con aplausos.
Bajo la dirección del concertista norteamericano Enrique Ricci, el cantante estuvo acompañado por la Orquesta Pro Arte de la Ciudad de México, así como por la soprano Sabina Puértolas. Apenas apareció sobre el escenario, el tenor fue recibido con aplausos por espacio de un minuto, a lo cual, José Carreras respondió conmovido, pues significaba que su regreso a este recinto fue del agrado de los presentes.
Ataviado con un traje en color negro de tres piezas y corbata, Carreras presumió que no sólo canta con la garganta, sino con el alma y el corazón. Obras de compositores de la talla de Georges Bizet (1838-1875), Francesco Paolo Tosti (1846), Francesco Pennino (1876-1948), Gaetano Lama (1886-1950), Josep Ribas (1899-1962), Carlos Gardel (1890-1935), Reveriano Soutullo (1884-1932) y Agustín Lara (1897-1970) fueron parte de la velada musical.
Serio, concentrado y con leves inclinaciones de cabeza con las que agradeció los aplausos, así se le vio al cantante, quien ofreció una noche memorable, pocas veces vista en este recinto. El recital arrancó con L´última Canzone, de Paolo Tosti; y Pecché, de Pennino. Un par de minutos después, interpretó Rosó- pel-teu amor, de Josep Ribas, con la que los presentes realizaron un viaje a un mundo de sensaciones.
Durante el show destacó la interpretación de la soprano Puértolas, quien sorprendió a los presentes al contar con un rico y extraordinario timbre vocal, el cual le valió constantes ovaciones. Tras un receso de 20 minutos, José Carreras regresó a escena para hacer vibrar a un público que desde el inicio del recital quedó cautivado y maravillado. La segunda parte resultó un poco menos formal y más cargada del sabor latino. Carreras interpretó con maestría Lejana tierra mía y El día que me quieras, ambas del argentino Carlos Gardel.
Nuevamente tocó turno a la soprano, quien interpretó Las hijas de Zebedeo. Carceleras, una pieza que requiere de velocidad vocal y buena dicción, aspectos que la cantante dominó. En la recta final, ambos cantantes armaron un dueto y deleitaron con El dúo de la africana. Dúo y Jota, de Manuel Caballero, pieza con la que los presentes quedaron atónitos. Para rendir homenaje a tierras aztecas, Carreras concluyó su participación al interpretar Granada, una de las inspiraciones del mexicano de Agustín Lara.
Tras su presentación en este lugar, el tenor español José Carreras se presentará el próximo 3 de abril en el puerto de Acapulco, acompañado de la Orquesta Filarmónica de Acapulco (OFA), bajo la dirección del maestro Eduardo Alvarez, en el Fórum de Mundo Imperial.
