El Universal
Sábado 15 de mayo de 2010
Diversas obras de arte y objetos personales de Pablo Picasso, ahora en poder de la familia de su peluquero y amigo Eugenio Arias, conforman la exposición "Picasso y Arias, pasión por los toros", inaugurada hoy por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Son piezas de gran valor artístico y sentimental que el pintor malagueño fue regalando a "su entrañable Arias, que siempre estuvo a su lado" , según el comisario de la exposición, el escritor y vocal del Consejo Taurino de la Comunidad, Carlos Abella. La obra se enmarca en el "San Isidro cultural" que el gobierno regional madrileño promueve paralelamente al ciclo taurino que tiene lugar este mes en la plaza monumental de Las Ventas.
La exposición, organizada por la Comunidad de Madrid, coincide asimismo con el 25 aniversario del museo Picasso-Colección Arias, que tiene su sede en Buitrago del Lozoya, la localidad natal de Arias, en la sierra norte de Madrid, donde el peluquero vivió antes y después de haber estado exiliado en el pueblecito francés de Vallauris, muy cerca de donde residía Picasso. Aguirre destacó que "esta exposición constituye un homenaje a la figura de Picasso, a su amistad con Eugenio Arias y a su pasión compartida por la Fiesta Nacional" .
Entre los grabados, las cerámicas y los dibujos sobre los toros que Picasso dedicó a su amigo, "se comprende muy bien lo que la Fiesta representa como genuina manifestación cultural de lo español que debemos proteger" , dijo Aguirre. La muestra se exhibe en la "Sala Antoñete" de Las Ventas y está compuesta de tres partes, la primera de las cuales la integran veinte piezas muy taurinas que el pintor malagueño regaló a su peluquero, que nunca cobró por su trabajo, y que éste donó a la Comunidad de Madrid en 1985 para que en Buitrago se creara el citado Museo.
Picasso, cuya afición por el toreo despertó en Málaga (sur de España) a partir de que su padre lo llevara a la plaza, firmó su primer trabajo taurino, "Picador pequeño" , cuando sólo tenía ocho años. Fue aficionado ejemplar y amigo de algunos de los toreros más importantes de su época, como Luis Miguel Dominguín. Y plasmó en su obra su admiración por el toro, el torero y los diversos personajes que tienen parte activa en el espectáculo.
Por su simbología destaca de este legado la aguada "Toritos fritos" , en la que se aprecia la añoranza de las costumbres españolas, y la caja de útiles de la barbería de Arias, en la que Picasso grabó en madera una escena de tauromaquia para convertir ese objeto cotidiano de trabajo de su amigo en una obra de arte. Se expone también un ejemplar dedicado del libro "Toros y Toreros" en el que Picasso y Luis Miguel Dominguín dejaron la impronta de su amistad, de su concepto plástico y literario del toreo.
La selección de esa veintena de "joyas" del Museo Picasso de Buitrago se completa con la colaboración de Pedro Arias, hijo de Eugenio Arias, quien ha prestado, de la colección de recuerdos de su padre, un ejemplar de la Tauromaquia de Picasso, obra clave para entender la pasión taurina del gran pintor. Figuran también en la muestra carteles de corridas a las que Picasso y Arias asistieron juntos en Arles o Nimes. Otra parte notable de la muestra la conforman ocho instantáneas del fotógrafo francés y académico de Bellas Artes, Lucien Clergue, que fue también amigo de Picasso.
Unas fotos en las que se aprecia la amistad que le unía con Eugenio Arias, siempre a su lado en los toros, y con Luis Miguel Dominguín, su mujer Lucia Bosé, y el poeta Jean Cocteau. Para su inclusión en el catálogo se ha conseguido el derecho de reproducción de una instantánea del fotógrafo David Douglas Duncan, en el que se ve a Eugenio Arias cortándole el pelo a Picasso en su taller.