Con el remozamiento profundo al que se sometió la sala no sólo se encuentra fuera de peligro y a la altura de los mejores teatros del mundo, sino que recupera el proyecto original planteado por Adamo Boari hace 100 años.
Al mostrar los últimos trabajos de restauración, Philippe Amand, escenógrafo y asesor del equipamiento escénico, reconoció que era urgente sustraer el cableado del sistema eléctrico del Palacio: “Por cuestiones de seguridad era importante proteger al edificio e intervenir a tiempo para evitar trágicas consecuencias”.
Luego de todos los cambios realizados, incluidos los arquitectónicos para lograr un escenario más moderno, cómodo y seguro, el aforo registró una reducción de butacas, de mil 700 a mil 496, indicó Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública.
En conferencia de prensa, el funcionario precisó que los trabajos iniciados en 2008 y que están a punto de concluir, son de gran trascendencia. Sin embargo, para 2011, anunció, continuarán las labores de limpieza exterior del Palacio de Mármol. Se impermeabilizará el inmueble, se limpiará el mármol y se restaurará uno de los pórticos, así como las cúpulas.
Teresa Vicencio Álvarez, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, señaló que en la reinauguración de este emblemático espacio, programada para el 19 de noviembre, se ofrecerá un concierto con música mexicana. A tan importante acontecimiento acudirá el presidente Felipe Calderón, quien será testigo de la cancelación de un timbre postal y del homenaje que la Orquesta Sinfónica Nacional rendirá a Carlos Chávez; además de la ejecución de piezas de Verdi, Beethoven y Bizet. El concierto concluirá con la interpretación del Huapango de Moncayo.
Mientras llega el gran momento, el INBA ha programado a partir del 14 de octubre una treintena de actividades “a las puertas del Palacio de Bellas Artes”, desde conciertos, conferencias y exposiciones, hasta visitas guiadas.
Proceso de restauración:
Para lograr una restauración total de la sala principal del Palacio de Bellas Artes, la recomendación fue dejarla completamente desnuda de sus centenarias instalaciones eléctricas, acústicas y de tramoya, para tener la oportunidad de volverla a equipar con nuevos sistemas de iluminación, isóptica y distribución de las butacas.
En esta tarea, explicó Teresa Vicencio, se invirtieron 688 millones de pesos, 88 millones más de lo previsto originalmente.
Philippe Amand, encargado del proyecto de readecuación, indicó que desde la apertura del Palacio de Bellas Artes hace 75 años, este recinto no había tenido una intervención que implicara la renovación total de la infraestructura.
“Lo que ahora tenemos es un moderno espacio, cómodo y seguro, que cuenta con palcos totalmente renovados. Con un nuevo sistema acústico y de iluminación que será controlado por una computadora, la cual también podrá subir y bajar el imponente telón Tiffany.”
Antecedentes de la restauración:
El Palacio de Bellas Artes fue sometido a una restauración en 2005, su inversión fue de 8 millones 135 mil 141 pesos.
La intervención consistió tanto en obra civil como en el cambio de las instalaciones eléctricas, limpieza de nervaduras de cobre de las semicúpulas, redistribución de las butacas del área de lunetas del anfiteatro en la sala principal.
En esa ocasión se limpiaron los ornamentos de los palcos, se realizaron trabajos de carpintería, así como pulido y barnizado de los pisos de la sala principal de espectáculos.
También se desmontaron los vidrios, se retiró la pintura existente en herrería, se sustituyeron las piezas dañadas. Además se rehabilitó la cúpula central y se restauraron los elementos de mármol de la fachada principal.
Todo un monumento:
- En 1904 inició como la construcción del Teatro Nacional, el cual se convertiría en el Palacio de las Bellas Artes.
- El proyecto, del arquitecto Italiano Adamo Boari, contemplaba incorporar los avances técnicos de los mejores teatros de la época.
- Debido a los hundimientos del terreno, el recinto porfiriano no se concluyó en los cuatro años previstos; luego, con el estallido de la Revolución su edificación se postergó.
- Fue hasta 1932 que el arquitecto mexicano Federico Mariscal reinició la construcción, que concluyó en marzo de 1934.
México. Leticia Sánchez