(Chihuahua).-
Su hijo, el cineasta Mario Sabato, leyó ante su partida un comunicado en nombre de la familia ante decenas de periodistas apostados frente a la vivienda: "Hace horas murió mi padre, sé que todos ustedes comparten la tristeza que sentimos en la familia. Mi padre no nos pertenecía sólo a nosotros, con orgullo y alegría sabemos que los compartimos con mucha gente´´.
Adelantó que su padre será velado en la sede del club Defensores de Santos Lugares porque ese era su deseo.
"´Cuando me muera´, nos dijo, ´que me velen acá para que la gente del barrio pueda acompañarme en este viaje final y quiero que me recuerden como un buen vecino, aunque a veces cascarrabias´´´.
Quien fuera considerado como el más célebre escritor vivo de Argentina, y autor de de clásicos literarios como "El túnel", "Abaddón el exterminador" y "Sobre héroes y tumbas", habría cumplido 100 años de edad el 24 de junio.
Entre las distinciones más importantes que recibió se encuentra el Premio Cervantes 1984 y dos años más tarde, la Gran Cruz de Oficial de la República Federal de Alemania.
En 1977 le otorgaron, por "Abaddón el exterminador" el nombramiento de mejor libro extranjero en Francia. Ese mismo año recibió en Italia el Medici y en el 78 la Gran Cruz al Mérito Civil en España. En 1997 recibó el Premio Internacional Menéndez Pelayo.
Cuando cumplió 99 años, en junio del año pasado, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires le otorgó, a manera de homenaje, el Premio José Hernández.
Sabato fue el décimo de 11 hijos procreados por Francisco Sabato y Juana María Ferrari. Su nombre se lo debe a "Ernestito", un hermano que había muerto poco antes de que el escritor naciera.
Cursó la secundaria en el Colegio Nacional de la Plata, donde tendría como profesor a una de sus grandes inspiraciones: el dominicano Pedro Henríquez Ureña. Su interés siempre fue literario, pese a haberse doctorado en Física en 1938.
Sabato, frecuente candidato al Premio Nobel de Literatura, rompió en algún momento de su vida con la ciencia para entregarse a las letras.
En la revista Teseo de la Plata, en 1941, dio a conocer su primer trabajo literario, un artículo sobre "La invención de Morel", del también argentino Adolfo Bioy Casares.
Su primer libro llegó en 1945, el compendio de ensayos "Uno y el universo".
De joven fue un activo militante del comunismo. En 1933 fue elegido Secretario General de la Federación Juvenil Comunista.
Es en esta época que conoció a Matilde Kusminsky, quien entonces tenía 17 años. Ella se convertiría en la mujer con la que compartiría más de 60 años de su vida, fallecida en 1998 a los 82 años, cuando Sabato tenía 87.
Tuvieron dos hijos, Jorge y Mario; el primero, político y servidor público dentro del Gobierno de Raúl Alfonsín, murió en un accidente automovilístico en 1995; el segundo, es cineasta.
Tras la muerte de Matilde, su mujer, en 1998, comienzó a escribir sus memorias: "Antes del fin".
El último libro que dio a conocer es "La resistencia", publicado primero en formato electrónico a través de la página del diario El Clarín.
Desde 1945 residió en la localidad bonaerense de Santos Lugares. Desde 2005 no salió de casa y vivía sin leer ni escribir, por indicaciones médicas, asistido por un grupo de enfermeras.
Era una leyenda en su barrio. Se decía que sólo dedicaba su tiempo a pintar, otra de sus pasiones, pero pocos, en el último lustro, le habían visto. Estaba completamente alejado de la vida pública.
No podía, tampoco, recibir emociones fuertes. Era un secreto a voces que, por ello, el Nobel nunca le llegaría.
Agencia Reforma
Publicado por: Yuliana Nieto
Fecha: 2011-04-30, 13:27:00