Chihuahua.- “La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera” fueron las palabras utilizadas por José Guadalupe Posada, inventor de la huesuda y popular Catrina.
Por: Marisol Marín Córdova
02/noviembre/2010
Sus orígenes fueron meramente políticos, ya que fue creada para hacer una representación de la clase social alta de aquellos tiempos. Era una mujer coqueta de las épocas porfiristas, con risa burlona y ropas elegantes.
Las calaveras de Posada son en la mayoría de los casos asociadas con el Día de los Muertos, ya que interpretó la vida y las actitudes sociales del pueblo mexicano, representados en sus grabados con calaveras vestidas de gala, calaveras en fiesta de barrios, en calles citadinas, en las casas de los ricos. Dibujó calaveras montadas a caballos, en bicicletas, con las que señalaba las lacras, la miseria y los errores políticos del país.
Sin embargo, esta representación tiene más arraigo y es más popular en las ciudades del sur de la nación, como muchas veces, aparece esa sutil pero divisoria tela que separa de nuevo a México en “los del norte y los del sur”, pero esta vez en sus tradiciones, como si sintiéramos diferente, o no habláramos el mismo idioma, ni comiéramos todos maíz.
Los principales artistas mexicanos que se inspiraron con la flaca, fueron principalmente Manuel Manilla, quien al lado de Posada, elaboraron una serie de caricaturas y grabados, así como Diego Rivera, quien la incluyó en sus obras como una crítica social hacia las altas esferas de aquellos tiempos.
Este año, la huesuda cumplió 100 años de ser creada, inmortal como si misma, sigue dando de qué hablar cada 2 de noviembre, el mexicano sigue jugando con la muerte, con un poco de picardía y respeto, pero sin perder el humor, se ríe de la muerte y de paso la invita a bailar.
La señora de la muerte, con su personalidad traviesa, ocurrente, simpática y vanidosa, nos invita a vivir con plenitud cada momento, y a través de las artes mayores y menores encontrar el sentido de la vida.
“El muerto a la sepultura y el vivo a la travesura”, frase popular mexicana.