El Incinerador Teatro
Día Nacional del Teatro
José Ramón Castillo
Desde hace mucho tiempo estamos celebrando en Venezuela el Día Nacional del Teatro el 28 de junio y me resulta bastante compleja la fecha. Estamos frente a una excusa para recordar tantos trabajos que se han llevado a escena en nuestro país, y son tantos los trabajadores que este arte nos ha dejado.
En cuanto a los motivos por los que se ha escogido la fecha difiero sobremanera, pero igual debemos tener en cuenta que estos espacios temporales sirven para reivindicarnos ante una disciplina tan humana y completamente necesaria, que siempre se ha mantenido allí, firme, y lucha contra las intrigas de los centros de poder.
El teatro hoy día representa una forma expresiva, lacerante, capaz de modificar el entorno en el que se encuentra, razón por la cual sufre tal discriminación y al unísono se ha tratado de adaptar a las diferentes formas de expresión que de las masas surgen. La expectativa de un arte vivo que busca lenguajes desde lo corporal es una tarea monumental, que se define como la lucha por sobrevivir a un mundo en el que cada día vemos más el alejamiento de las personas en las salas de teatro, debido al contacto inminente con los medios de comunicación e Internet. El teatro se ha transformado en una manifestación artística que amalgama los recursos necesarios para salir a flote y recuperar los espacios que tanto trabajo le valieron.
La tecnología va a pasos avasallantes, todos somos víctimas de ella, y cuando digo víctimas, me refiero a que estamos frente a un fenómeno que nos envuelve y del que no estamos exentos, por ello, el teatro debe surgir en medio de estos tecnicismos para proponer nuevas formas de visión y de reflexión.
El teatro una vez mas se deja llevar desde los movimientos humanos, porque él es parte de la humanidad, además, estamos cada día más comprometidos en profundizar las formas de expresión que de allí se derivan.
No podemos dejar que el teatro sea simplemente una forma de expresión donde un grupo de personas entran a una sala, o en cualquier espacio necesario para la performance y dejarlo allí, en diversión o simple entretenimiento, no, el teatro debe estar enfocado hacia el planteamiento de la denuncia, del reclamo y la posibilidad de transformar en un actor más al publico.
Necesitamos un teatro que responda a las necesidades de un público que crece de igual manera con la tecnología y con los medios de comunicación.
Necesitamos un teatro que denuncie, que reflexione, que intuya, que dinamice los cambios necesarios para que podamos entender el mundo que nos rodea. Pero también necesitamos un teatro que nos genere una eterna confusión y polémica en la que podamos descifrar nuestra naturaleza humana, porque el teatro por su propia naturaleza es humano, y por esta razón lo veo lacerante ante las injusticias que se comenten a diario.
Mientras nuestros gobernantes, o todo lo que les rodea, despilfarran los recursos en campañas politiqueras, en banalidades efímeras y se toman los medios como una forma de uniformar aun mas a nuestra población, necesitamos un teatro que reaccione y nos deje ver los matices de un mundo multicolor que está justo al frente de nosotros y que no es otra cosa que la sensibilidad humana.
El teatro no trata de despertar al raciocinio humano, él es el raciocinio humano que puede ser tan peligroso como una turba, pero el teatro se cobija desde las ideas, desde las palabras.
El Día Nacional del Teatro debe ser un espacio que nos sirva de reflexión, celebración y de mucho trabajo para que se extienda a lo largo del tiempo. Sólo es desde el teatro que puedo ver el mundo.
¡Sólo el Teatro es palabra y cuerpo!!!
…A todos los compañeros teatristas del país…
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