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POR: JUAN CARLOS NUNEZ | 17-OCT-2011 12:20
Confundir nombres y equivocarse es humano, pero el casi desconocer a la Dra. Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz en 1992, y cambiarle el nombre a "Rigoberto", además de no conocer a qué evento va un funcionario que representa al gobernador del estado, es digno de señalarse.
Para el director del Instituto Chihuahuense de la Cultura, Fermín Gutiérrez, fue un inicio de semana fatal en su participación en la inauguración de la XXXIII Semana del Humanismo de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Gutiérrez no supo bien el nombre ni por qué estaba aquí en la capital Rigoberta Menchú, aparte de que frente a cientos de maestros, catedráticos, funcionarios y alumnos de la Universidad cambió el nombre de la Facultad al llamarla Facultad de Medicina; fueron varios los errores que el hombre que está al frente de la cultura en el estado cometió.
Y no fue solamente él, sino también el maestro de ceremonias —al parecer improvisado—, que fue el primero en cometer errores con los nombres, ya que en dos ocasiones a la distinguida invitada y ganadora del Premio Nobel, Rigoberta Menchú, le cambió el nombre al masculino y el apellido a "Manchú", provocando risas y comentarios entre el público por esta causa, lo que se consideró también como una falta de respeto al evento y a la misma invitada.
No obstante, al parecer con nervios, el director del ICHICULT inauguró las “Jornadas de Humanidades de Filosofía”... o algo así, quiso decir sin más detalles.