Víctor Velo presenta “El divorcio y los payasos” en la Feria del Libro 2013
Comunidad7
El joven escritor chihuahuense presentó la segunda edición de
esta obra en el Auditori Gabriela Mistral de la Feria del Libro.
Víctor Hugo Velo Muruato es un actor que escribe, o un escritor que actúa, pero por encima de todo es un escritor honesto y un actor por insistencia. Haciendo malabarismos para desarrollar la idea que traía dentro, el autor define su novela como “un trabajo de honestidad”. Teniendo claro el concepto de que se debe escribir sobre cosas que valen la pena, Velo pone sobre la mesa tres temas principales entre sus prioridades vitales, una versión personal del clásico lema del rocanrol para reinventarlos en “teatro, sexo y rock and roll”.
Víctor Hugo Velo Muruato es un actor que escribe, o un escritor que actúa, pero por encima de todo es un escritor honesto y un actor por insistencia. Haciendo malabarismos para desarrollar la idea que traía dentro, el autor define su novela como “un trabajo de honestidad”. Teniendo claro el concepto de que se debe escribir sobre cosas que valen la pena, Velo pone sobre la mesa tres temas principales entre sus prioridades vitales, una versión personal del clásico lema del rocanrol para reinventarlos en “teatro, sexo y rock and roll”.
Bajo estas premisas Víctor Velo se plantea lo que tantos “la gran novela mexicana”,
idea que desecha en la basura junto con los tres primeros capítulos.
Reiniciando su tarea, se marcó nuevos objetivos, escribir algo honesto,
algo que entendiera. Pese a ello, la novela tiene tres temas principales
con los que no está familiarizado, ni padres divorciados, ni casado, ni
clown.
El título inicial, “Hasta las últimas consecuencias” también debió ser desechado, a riesgo de ser confundido con el libreto de algo que se presentaría en el Canal de las Estrellas. Víctor Velo es
el sueño de cualquier editor, en la presentación del libro escenifica
conversaciones, se pone en pie, cambia de voces, gesticula, vende el
producto, convence, da pinceladas y conecta con el público, en esta
ocasión en su mayoría joven. Es actor, y se le nota, es autor y sabe las
partes fuertes de su obra, las que pueden enganchar, la probadita que
genera la adicción.
El
escritor destaca del proceso creativo de su obra que no se trata de una
inspiración, del tipo musas bajando del éter y sobando las sienes del
escritor mientras suenan las arpas, es 10% inspiración y 90%
traspiración, son seis meses escribiendo en la bodega de su casa, cinco
horas al día, aunque matiza “dos horas escribiendo y tres horas corrigiendo”, un verdadero ejercicio de disciplina, con el trabajo por encima del talento o la inspiración.
En el inicio “El divorcio y los payasos”
era un libreto para una obra de teatro, escrito al ritmo de la marimba
que tocaba todas las mañanas frente a su casa, pero con la excesiva
narrativa se trasmutó en una novela, como si la obra tomara su propio
rumbo, cobrando vida y revirando a su autor para conducirse hacia donde
ella quiere, mostrando el camino a seguir.
“El divorcio y los payasos”
es un pequeño ejercicio de nostalgia, que presenta una historia de
crecimiento personal, que puede hacer que el lector se identifique en
cualquiera de las circunstancias y vicisitudes que la vida del
protagonista atraviesa en diferentes fases de desarrollo personal,
profesional e incluso cambios geográficos que representan sus etapas, de
auge, apogeo y caída. Como la vida misma.
El editor
Aarón Castañón destacó la importancia de la promoción de jóvenes autores como principal motor del fomento de la lectura en México, que pasa por momentos difíciles “cada joven autor inicia a 100 personas en la lectura que no leían anteriormente”, de modo que se pueda cambiar esta realidad.
Respecto a “El divorcio y los payasos”, Aarón Castañón explicaba
que la obra se puede interpretar como una importante lección de vida,
donde se hace hincapié en la dedicación, la constancia y la humildad.
La autora del prólogo de esta segunda edición, Aniela Rodríguez Zapata, califica la obra como “un acto de prestidigitación literaria”.
La trama presenta diferentes penurias que marcan la vida de su
protagonista, el eterno divorcio de sus padres, el primer amor
adolescente, el despertar al sexo y la búsqueda de su identidad. Una
odisea existencial del protagonista, que lo lleva de Chihuahua a Monterrey y de ahí al Distrito Federal, escenificando las estaciones de su particular Vía Crucis,
como un actor en un drama kabuki, que inevitablemente lo conduce al
fatal desenlace, pero a pesar de ello representa cada una de las escenas
son la solemnidad debida.
La prologuista formula la obra en tres pretextos, “El viaje”, “La oscura raíz del grito” y “Lo facticio y lo ficticio”, para a través de ellos interpretar lo que el autor escribe, o representa, o pone en escena.
El libro, editado por Aldea Global, se puede adquirir en la Bodega de los Libros y en la Librería Cosmos.