El Universal
Domingo 17 de enero de 2010
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Una urbe tan grande como la ciudad de México está hecha de cambios infinitos. Pero de ellos no se tiene conciencia hasta que se descubre una fotografía realizada hace tiempo. Y la sorpresa es mayor si puede apreciarse el antes y el después desde la misma perspectiva en que fue tomada la imagen antigua.
México, DF. Entonces y ahora/Mexico City. Then and Now permite hacer ese ejercicio de comparación para redescubrir la ciudad en el tiempo y en el espacio. La idea no es nueva porque este libro forma parte de una conocida serie internacional en la que han sido retratadas ciudades como París, Berlín, Londres o Nueva York, entre muchas otras, con resultados tan sorprendentes como este libro recién publicado en México.
En cada volumen de la serie, un fotógrafo y un cronista han hecho mancuerna para ofrecer el “entonces y ahora” de una ciudad. En el caso mexicano, el cronista de origen estadounidense David Lida y el fotógrafo local Federico Gama, fueron los encargados de llevar a cabo la investigación iconográfica y urbana para armar una antología de imágenes que no tienen desperdicio, acompañadas de textos breves escritos originalmente en inglés por Lida, con la correspondiente traducción al español.
“Nos pareció interesante publicar el libro en este año del centenario de la Revolución y del bicentenario de la Independencia. Aquí se retrata la historia de una ciudad que ha pasado por muchas transformaciones”, explica Patricia Alatorre, directora de ventas de Numen, el sello que adquirió en Londres los derechos de editar en México este volumen dedicado al Distrito Federal. Desde diciembre, el libro está disponible en las librerías del país.
Melancolía por lo perdido
Cuando el protagonista del “Aleph”, el conocido relato de Jorge Luis Borges, camina por las calles de Buenos Aires la mañana en que murió su amada, no puede evitar sentir el dolor de la melancolía cuando ve cómo ha sido renovado un anuncio de cigarros.
“Comprendí que el incesante y vasto universo ya se apartaba de ella y que ese cambio era el primero de una serie infinita”, dice el personaje.
Para el fotógrafo Federico Gama ha sido inevitable sentir una melancolía profunda luego de descubrir en la Fototeca Nacional del INAH, en Pachuca, algunas estampas que le revelaron una edad y un rostro insospechados de la ciudad donde él nació y creció y que creía conocer como la palma de su mano.
“Me di cuenta que desconocía muchas cosas de esta ciudad. Por ejemplo, al buscar la perspectiva desde donde fueron tomadas algunas de las fotos históricas, tuve que subir pisos y ver el Distrito Federal desde arriba y desde distintos ángulos. Me di cuenta que esta en realidad es una ciudad chaparra, muy horizontal, y que siempre lo ha sido”, explica Gama, quien recuperó junto con Lida las imágenes de una ciudad pretérita, y al poco tiempo sintió cómo se le desmoronaba entre las manos aquella vieja urbe cuando comprobó que de muchas bellezas arquitectónicas no queda ni rastro.
“Me hubiera gustado conocer las viejas casas de la colonia Juárez, pero desafortunadamente casi todo está destruido”, dice el fotógrafo, quien acepta que, por necesidades de la modernidad, quizá fue necesario que esa colonia y el Paseo de la Reforma se llenara de nuevos edificios a lo largo del siglo XX.
Precisamente de la colonia Juárez, este libro ofrece hallazgos que son verdaderas joyas. Los autores no sólo rescatan estampas del esplendor porfiriano, sino de los días en que ese lustre incluso era insospechado. Casonas que hoy se conservan cada vez más acechadas por la presión inmobiliaria, como la de la esquina de Berlín y Versalles, en el libro quedan expuestas desde sus cimientos, cuando cuadrillas de albañiles se afanaban para concretar los sueños de una burguesía porfiriana que ambicionaba vivir en una ciudad que tuviera aires de París.
Emblemas y secretos
México, DF. Entonces y ahora/Mexico City. Then and Now es el resultado de poco más de medio año de trabajo en el que Gama y Lida fotografiaron y se documentaron sobre 120 lugares muy diversos. Al final, sólo 68 fueron elegidos entre los autores y el staff de Salamander Books, la editorial anglosajona que vende los derechos en el mundo de la idea original del proyecto.
Calles, templos, monumentos, fachadas, plazas, áreas verdes, avenidas, comercios, canales… el volumen es una genuina antología de estampas capitalinas, pero no sólo están incluidos los lugares emblemáticos como el Ángel de la Independencia, también aparecen algunos espacios escondidos en el barullo citadino, como el callejón de la Amargura, en San Ángel, que desde hace más de medio siglo, por lo menos, conserva intactos los detalles del arco de su entrada.
Sin duda muchos espacios y construcciones de gran belleza se han perdido, pero a lo largo de los años no todo ha sido negativo. En las viejas fotografías hay muchas evidencias. Contra lo que pudiera suponerse, varios páramos polvorientos fueron urbanizados y poblados de árboles que hoy aún prosperan a pesar de todo. Las antiguas tomas de la colonia Juárez y la Roma Norte son elocuentes.
“Los árboles fueron una dificultad para hacer las tomas desde la perspectiva original en varios lugares, por ejemplo en la Condesa, que hoy está tupida de follaje. Además, yo creía que la zona de las colonias Cuauhtémoc y Juárez en el pasado estaban llenas de vegetación por la cercanía con Chapultepec, pero no. Sólo eran llanos despoblados”, comenta Federico Gama.
El antes y el después en las escenas de la vida cotidiana son un aspecto extraordinario del libro. Para comprobarlo, ahí está la escena captada frente al desaparecido cabaret Monte Carlo (en el local donde hoy funciona la Pastelería Ideal), en la calle 16 de Septiembre, o la indescriptible manifestación de comerciantes en la Plaza Garibaldi en la primera mitad del siglo XX.
Después de apreciar el resultado de México, DF. Entonces y ahora, sobre el habitante de la capital, puede quedar sembrada una certeza: polvo somos y en imagen nos convertiremos.