NotimexEl Universal
Ciudad de México
Domingo 17 de enero de 2010
11:24
La escritora mexicana Laura Emilia Pacheco integra ya un equipo de voluntarios mexicanos que se organizan para dar auxilio al pueblo de Haití, nación que se ha visto severamente afectada por el fuerte sismo que la sacudió hace unos días.
11:24
La escritora mexicana Laura Emilia Pacheco integra ya un equipo de voluntarios mexicanos que se organizan para dar auxilio al pueblo de Haití, nación que se ha visto severamente afectada por el fuerte sismo que la sacudió hace unos días.
Sensibilizada por lo que ella misma vivió en carne propia el 19 de septiembre de 1985, fecha en que la Ciudad de México se sacudió con un terremoto de 8.1 grados en escala de Richter, la autora de El último mundo señaló a Notimex que junto con un grupo de amigos y familiares, enviará ayuda humanitaria a Haití. En entrevista recordó que en septiembre de 1985 ella trabajaba en un edificio localizado en un quinto piso de la calle de Durango, junto con el escritor Xavier Velasco. "Ahí nos conocimos y él me ayudó mucho en un trabajo que yo no sabía hacer en esos momentos.Siempre fuimos unos excelentes amigos", subrayó.
El día del temblor, agregó, ella vivía en la colonia Condesa, donde el sismo combinado de bruscos movimientos trepidatorios y oscilatorios, estremeció al país. "Se sintió muy fuerte, pero no se cayó nada en los alrededores; sin conocer la dimensión exacta del sismo, me fui a trabajar". Una vez en su oficina, descubrió que todo estaba caído, en desorden absoluto y no había nadie. "Desde la ventana se veían los edificios desmoronados, como si fueran de pan y alguien los hubiera deshecho con una mano; en eso llegó Xavier totalmente cubierto de tierra y me platicó lo que él había visto".
Con la piel erizada y la voz entrecortada por el recuerdo de esos momentos infaustos, la entrevistada recordó una a una las palabras de Velasco: "No te imaginas lo que ha pasado; Tienes que venir a ver". Enseguida hicieron un recorrido por Insurgentes, hasta la colonia Roma, y de ello hizo una crónica.
Pacheco comentó que hoy no puede dejar de pensar en la desgracia que cayó sobre Haití el martes pasado. "Es terrorífico, terrible. Me preguntan mucho sobre la similitud con lo que sucedió en México; es una tragedia nacional y debemos ser solidarios, porque si alguien sabe lo que es éso, somos nosotros". En ese sentido, destacó que "ya estamos haciendo mucho. La periodista Laura Castellanos, quien tiene amigos en ese país, mandó la mañana de ayer un correo electrónico en el que dice que uno de ellos perdió su casa en el terremoto. Ella nos dio un número de cuenta para que le depositemos nuestra ayuda".
La entrevistada informó, al mismo tiempo, que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) ya tiene establecido un centro de acopio y en general, puso en relieve, "todo mundo estamos viendo de qué manera podemos ayudar, porque es algo que nos toca muy de cerca". Lamentó que en este momento es difícil hacer llegar la ayuda a la población de aquel país, `porque no hay carreteras, los aeropuertos están saturados y en los puertos marítimos no hay estibadores ni grúas. La ayuda está atorada, es desesperante porque la gente se está muriendo de hambre en los hospitales`.
Dijo que nada más de imaginar la situación se conmueve. "Lo que pasa allá es peor de lo que nosotros vivimos en septiembre de 1985, porque nosotros nos organizamos mucho más rápido", comentó finalmente la escritora mexicana, quien actualmente promueve su obra literaria debut, El último mundo.
El día del temblor, agregó, ella vivía en la colonia Condesa, donde el sismo combinado de bruscos movimientos trepidatorios y oscilatorios, estremeció al país. "Se sintió muy fuerte, pero no se cayó nada en los alrededores; sin conocer la dimensión exacta del sismo, me fui a trabajar". Una vez en su oficina, descubrió que todo estaba caído, en desorden absoluto y no había nadie. "Desde la ventana se veían los edificios desmoronados, como si fueran de pan y alguien los hubiera deshecho con una mano; en eso llegó Xavier totalmente cubierto de tierra y me platicó lo que él había visto".
Con la piel erizada y la voz entrecortada por el recuerdo de esos momentos infaustos, la entrevistada recordó una a una las palabras de Velasco: "No te imaginas lo que ha pasado; Tienes que venir a ver". Enseguida hicieron un recorrido por Insurgentes, hasta la colonia Roma, y de ello hizo una crónica.
Pacheco comentó que hoy no puede dejar de pensar en la desgracia que cayó sobre Haití el martes pasado. "Es terrorífico, terrible. Me preguntan mucho sobre la similitud con lo que sucedió en México; es una tragedia nacional y debemos ser solidarios, porque si alguien sabe lo que es éso, somos nosotros". En ese sentido, destacó que "ya estamos haciendo mucho. La periodista Laura Castellanos, quien tiene amigos en ese país, mandó la mañana de ayer un correo electrónico en el que dice que uno de ellos perdió su casa en el terremoto. Ella nos dio un número de cuenta para que le depositemos nuestra ayuda".
La entrevistada informó, al mismo tiempo, que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) ya tiene establecido un centro de acopio y en general, puso en relieve, "todo mundo estamos viendo de qué manera podemos ayudar, porque es algo que nos toca muy de cerca". Lamentó que en este momento es difícil hacer llegar la ayuda a la población de aquel país, `porque no hay carreteras, los aeropuertos están saturados y en los puertos marítimos no hay estibadores ni grúas. La ayuda está atorada, es desesperante porque la gente se está muriendo de hambre en los hospitales`.
Dijo que nada más de imaginar la situación se conmueve. "Lo que pasa allá es peor de lo que nosotros vivimos en septiembre de 1985, porque nosotros nos organizamos mucho más rápido", comentó finalmente la escritora mexicana, quien actualmente promueve su obra literaria debut, El último mundo.
