
21 de marzo de 2010
Ma. Esther Estrada M.A./ Corresponsal
Amsterdam, Holanda.- Por segunda ocasión tuve la oportunidad de visitar la feria de arte más importante del mundo, donde se dan cita tanto coleccionistas privados como directores y curadores de museos para conocer bajo un solo techo, y con toda la discreción del caso, lo que las mejores galerías de todo el mundo pueden ofrecerle. Se dice fácil, pero no es sencillo llenar 30 mil metros cuadrados con antigüedades clásicas, piezas de arte moderno, pintura, dibujos, esculturas, mobiliario, joyería, porcelana, cristal, plata y muchas otras piezas de gran valor. En esta ocasión, la vigésima tercera que se celebra la Feria Europea de las Bellas Artes (TEFAF por sus siglas en inglés), han llegado a Maastricht, al sur de los Países Bajos, 30 mil piezas de muchos rincones del mundo. No podría decir que de todos, porque de nuestro continente sólo hay expositores provenientes de Estados Unidos, Argentina y Uruguay. ¡Seguimos faltando! ¡Con la cantidad de arte que tenemos para ofrecer al mundo! Pero bueno, en esta ocasión me informaron los organizadores que sí hubo algunos visitantes de nuestro país. Algo es algo. Espero que estas personas hayan valorado la importancia de este evento y promuevan la participación de las galerías de arte mexicano que ellos frecuentan.
Ya les referiré más adelante la experiencia de uno de los tres expositores latinoamericanos. Ahora quiero darles a grosso modo mi impresión del evento. Sin duda alguna es como caminar por un museo, pero mejor, porque aquí en cada stand hay especialistas en arte que están dispuestos a darle todos los detalles de cualquier pieza que a usted le interese. Además, quienes tienen el presupuesto, no sólo pueden ver sino que también pueden llevarse a casa (o al museo o galería donde trabajen) esas obras que les gustaron.
Antes de la apertura al público, en la fiesta privada a la que asistieron diez mil quinientas personas, ya hubo ventas que sin duda alguna sumaron varios millones de euros. Me llamó la atención la historia de una de ellas, muy pequeña en monto comparada con otras, apenas 120 mil euros (unos dos millones de pesos), pero con un toque simpático. Se trata de un broche-pendiente creado por René Lalique alrededor de 1900, con oro, cristal, esmalte y diamantes. Un cónsul holandés se la compró directamente al artista cuando éste la presentó en San Petersburgo a principios del siglo XX. Esta delicada alhaja ha estado en esa familia durante generaciones, pero la actual propietaria consideró que se le atoraba mucho en la ropa y prefirió ofrecérsela a un joyero anticuario de La Haya. Cuál no sería la belleza de la pieza que uno de los primeros visitantes a TEFAF la adquirió durante ese evento previo al que invitaron a los más importantes coleccionistas y amantes del arte. Más de cien años con "un solo dueño" y cambió de manos en un abrir y cerrar de ojos.
Entre las obras que se pueden ver, destacan algunas como "Dos mujeres" que Paúl Gauguin pintó en Tahití unos meses antes de su muerte. Como su título lo indica, dos jóvenes mujeres ocupan el primer plano; para el artista simbolizaban a Eva. En segundo plano se ve un zorro, que para él era la representación del demonio. La galería Dickinson, de Londres, pide por ella 18 millones de euros (un poco más de 300 millones de pesos).
En el mismo stand se expone "Madonna con niño y el infante San Juan" de Sandro Botticelli. Lo delicado de los rostros de los tres personajes y la transparencia del velo de la virgen son dos de los detalles que se le quedan a uno en la mente tras admirarla. No se tientan el corazón para ofrecer en 11 millones de euros (casi 190 millones de pesos) esta pintura, que durante muchos años perteneció a la colección de la familia Rockefeller.
En esta ocasión, TEFAF acoge a 263 expositores de 17 países. ¡Imagine la variedad de objetos que hay! Tuve la suerte de hacer una visita guiada por Adrie van Griusven, uno de los expertos en arte más reconocidos en Holanda. Un hombre sencillo, con una memoria enciclopédica pero la capacidad de explicar los datos más importantes de las piezas y de las galerías de una manera comprensible para el lego en la materia. Son tantas las cosas que vi que sería imposible hablarles de todas en este artículo, así que, aparte de las ya mencionadas, elegiré algunas de las que más me llamaron la atención.
* Cubiertos elaborados durante el renacimiento y el barroco:
Así como nosotros estamos acostumbrados a que en las mesas siempre estén dispuestos los cubiertos, lo mismo en nuestra casa que en un restaurante, hace tiempo quien quería utilizarlos los llevaba consigo. Eran utensilios de uso absolutamente personal y que según los materiales de que estuvieran hechos, lo labrados o elegantes, hablaban del nivel socioeconómico de su propietario. La galería Kunstkammer Georg Laue de Múnich expuso 70 piezas realizadas entre los siglos XVI y XVIII en materiales preciosos como ámbar, plata, madreperla y cuerno de rinoceronte. Tallados, grabados, grandes y pequeños, con estuche para transportarlos o con soporte para colgarlos. Entre los que más me llamaron la atención estaban unos de marfil tallado, en que cada pieza tiene como mango una figura humana, los que tenían como adorno un exótico coral rojo, o una cuchara cuyo contenedor es una concha rosada.
* Esculturas de Augusto Rodin:
En varias galerías encontré esculturas de Rodin (1840-1917), de quien soy una gran admiradora. Una es el "Torso de un hombre que cae", otra es un "Florero de terracota sostenido por tres titanes". La tercera es "Atleta americano", una pieza concebida en 1901 que muestra a un hombre joven, musculoso en un momento de descanso. Finalmente, una de mis favoritas desde hace años, "La primavera eterna", que representa a una pareja besándose en que ella está hincada junto a él, quien la sostiene con su brazo. ¿Se imagina qué hubiera hecho de haber tenido en mi haber los miles de euros que piden por ella?
* Muchas pinturas de artistas holandeses:
Como le dije a mi guía que me interesaba ver obras de artistas de este país, él me fue señalando varias durante nuestro recorrido. Esto me dará pauta para otros artículos. De momento me conformo con mencionarle "Retrato de una mujer como musa de la música" de Jacob Adriaensz Backer (1608-1651), uno de los alumnos de Rembrandt, quien aprendió de su maestro el manejo del claroscuro. Otra fue "Paisaje invernal con patinadores" que Adam van Breen pintó en 1611. Venía como parte de la exposición de la galería, John Mitchell de Londres, pero hace unos días voló hacia la Galería Nacional de Arte de Washington DC gracias a que hicieron una inversión de 910 mil euros (unos 15 millones de pesos).
* Marino Marini, escultura y pintura:
En la galería canadiense Landau pude ver varias esculturas y una de las más bellas pinturas de este expresionista italiano. Hasta hace poco "El teatro de las máscaras" perteneció a una coleccionista que posee otras treinta obras de este artista. El propietario de la galería la convenció, varios millones de euros de por medio, para que pusiera en circulación una de las piezas de su acervo. Hoy está a disposición del público por cinco millones y medio de euros (93 millones de pesos).
* TEFAF, Feria Europea de las Bellas Artes:
Entre las características de este magno evento del arte está que se les solicita a las galerías participantes que intenten presentar piezas "nuevas" y "especiales" en cada edición. Esto no es fácil. Los galeristas se pasan todo el año consiguiendo la o las obras que puedan atraer la atención de los coleccionistas.
Otro de los motivos por lo que TEFAF se ha posicionado como la mejor feria de arte del mundo es que ha sabido entender los cambios que se han dado en ese mercado y ha adaptado y ampliado su oferta. Este año introdujo la sección "Obras de arte en papel". No en balde la afluencia de visitantes, que sufrió una ligera baja en 2008 ha remontado desde el año pasado.
En el informe que se presentó, titulado "El mercado internacional del arte 2007-2009", la dra. Clare Mc Andrew expone que muchos millonarios han dejado de invertir en autos y yates para dirigir su atención a artículos que mantienen su valor a largo plazo, como las antigüedades y las obras de arte. Como un dato a tener en mente, los mayores coleccionistas provienen de los Estados Unidos y el Reino Unido; entre ambos representan el 59 por ciento de este mercado. Pero los chinos y los indios están incrementando su participación, que actualmente es del 15 por ciento.
Hablando con varios galeristas todos coincidieron en que si tuvieran que elegir sólo una feria en la que participar cada año, sin duda alguna se quedarían en ésta. Entre sus razonamientos están que es la única en la que se reúnen los directores y curadores de todos los museos importantes del mundo, además, de que los visitantes particulares son gente con grandes conocimientos de arte y con la capacidad de invertir.
* Galería Sur, de Uruguay:
Es el primer año que están en TEFAF y no lo hicieron a "lo pobre", sino que cuentan con un área muy amplia para exponer las pinturas y esculturas que trajeron, principalmente de artistas uruguayos y argentinos; la mayoría vivieron una parte de su vida en Europa. Por poner un ejemplo les hablaré de Joaquín Torres García (1874-1949), quien entabló amistad con Gaudí, Kandinsky, Mondrian, Klee, Delaunay, Dalí, Miró y otros. Cinco años antes de morir, ya de regreso en Uruguay, fundó un taller donde muchos otros pintores aprendieron de él y de su experiencia. Tras leer sus biografías les puedo asegurar que todos viajaron por el mundo, con lo que su obra es una mezcla de raíces latinoamericanas e influencias europeas, que los coleccionistas que han visitado el stand encuentran "familiares".
Estuve hablando con Martín Castillo, uno de los propietarios de esta galería ubicada en Montevideo, con una sucursal en Punta del Este que abre cada verano. Ellos están acostumbrados a participar en ferias de arte a nivel internacional, como Bassel Miami, la Bienal de Venecia, ARCO en Madrid o SP Arte en Brasil. Sin embargo, me compartió que ninguna se compara con ésta. A pesar de ser su primera vez en Maastricht, está muy satisfecho con los resultados y dispuesto a volver para la próxima edición. Me confió que ya superó su punto de equilibrio, con lo que regresa a Montevideo con utilidades, muchos contactos y otras ventas potenciales en el bolsillo.
¿Será que alguna galería mexicana esté dispuesta a seguir su ejemplo? Si fuera así, podría ponerla en contacto con la representante de TEFAF para América Latina.
Si le interesa ver más información de la feria, escuchar las opiniones de expertos sobre algunas de las obras que se expusieron y ver algunas de ellas, lo invito a visitar la web: www.tefaf.com
* Para la próxima semana:
Me reservo una sorpresa. Un galerista descubrió una obra de un maestro italiano del siglo XVII. No le doy más pistas, pero le aseguro que esa historia es muy interesante.
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