793 / archivoshistoricoschihuahua | junio 23, 2011 at 13:27 | Matices de mujer en la historiaPor: Carmen Muñoz
Analista Documental/Archivo Histórico/ICHICULT /Artistas Mexicanas
Hace algunos años, en el Teatro Principal de México, oíamos cantar el “Rigoletto”, a la insigne diva española María Barrientos que en el “caro Nome”, hacía maravillas, con su garganta privilegiada; hace pocas noches en el Teatro Colón oímos por primera vez cantar la misma obra a la joven artista mexicana Consuelo Medina, y sin hipérbole, nos recordó inmediatamente a María Barrientos, por su voz tan dulce, tan delicada, tan bella, que parece tan dulce, tan delicada, tan bella, que parece el trino de un ruiseñor en una noche de luna.
Consuelo Medina, con quien apenas tuvimos el gusto de cambar impresiones, nació en Zacatecas, pero se educó y formó en Durango, pasando después a perfeccionar sus estudios al Conservatorio Nacional de México, siendo uno de sus maestros el notable José Pierre, impulsador de las compañías de ópera mexicanas, Consuelo es huérfana y hoy es el sostén de sus hermanos menores que residen en la ciudad de los Palacios, pertenece a una muy estimable familia y además de ser una soprano ligera de voz encantadora es una notabilísima pianista; ha tomado parte en numerosos recitales y el éxito ha coronado siempre sus labores.
“Debuto”, en México, en el Teatro Arbeu hace solo tres años interpretando el papel de “Gilda” en “Rigoletto”, ópera que como El Pescador de Perlas, Lacme y Traviata, es de sus preferidas.}
Con la famosa compañía del insigne zanatello estuvo en San Luis y pudo haber ido a Europa, pues se le ofreció contrato, pero por entonces no pensaba dedicarse en definitiva a las tablas; con gran éxito ha cantado en Veracruz, Chihuahua, y otras capitales de México.
Consuelo Medina es artista en toda la extensión de la palabra, tiene buena voz, buena escuela, entusiasmo y juventud, aquí ha sido justamente ovacionada y es seguro que en su “seratá de anore”, mañana en la tarde en “El Colón”, obtendrá el éxito que tanto merece.
Bien merece la simpática compatriota que le demostremos que sabemos aquilatar su labor artística y agradecer que nos haga olvidar, durante algunas horas, las luchas y las nostalgias del exilio, con su voz que llega a nuestro oído como un cántico ideal.
Manuel Rocha y Chabre
Fuente:
ICHICULT/Área de Archivos y Colecciones Especiales/El Correo de Chihuahua/Silvestre Terrazas/Rollo 14/6 diciembre de 1910
