23 de diciembre de 2009
Jorge Vázquez/Enviado especial/Diario de Xalapa
Orizaba, Veracruz.- La noche del sábado 20 de diciembre marcó el emotivo reencuentro entre el público de esta región y el entrañable Daniel Villegas. Querido y siempre bien recordado, Daniel mantiene presencia una palpable en Orizaba, por su trascendencia artística y gracias a un legado cultural que nunca se verá empañado por la tragedia que terminó con su breve periplo vital.
Así lo manifestó la gente de Orizaba y la región, en el auditorio en que se efectuó el concierto de gala del Sexto Encuentro Internacional de Orquestas Infantiles del Valle de Orizaba. Este redactor fue el responsable de enunciar la semblanza de Villegas Mejía, su significación como el más talentoso artista nacido en esta zona en los últimos tiempos, su trascendencia como promotor musical y una inclinación ineludible hacia el arte operístico que le condujo a la enseñanza en las ciudades de Hermosillo y Mazatlán.
Daniel, al momento de su desaparición, estaba por alcanzar una sorprendente madurez estética y por entregarnos lo mejor de su talento. No fue esto un homenaje a su memoria; fue un reconocimiento a la presencia de este joven maestro y a su importante legado musical, ante la asistencia de sus padres y de los numerosos amigos que por siempre le llevarán en lo más profundo de su emotividad. Como complemento, un video proyectado sobre pantalla espectacular e ilustrado con varios de los momentos emotivos de su trayectoria motivó un aplauso intenso y sincero, representativo del aprecio que se guarda a la semilla artística sembrada por Daniel.
El Encuentro Internacional de Orquestas Infantiles del valle de Orizaba es un acontecimiento que ahora ha vivido intensamente su sexta edición. Bajo la guía de Alexandr Labza -dinámico y entusiasta músico originario de Ucrania, establecido en Orizaba- funciona sin presupuesto oficial y con el patrocinio de diversas firmas comerciales de la región.
Llevado a efecto del 16 al 20 de diciembre recientes, contó con participación de elementos procedentes de las más diversas latitudes del país -directores y músicos-, así como con la presencia de jóvenes instrumentistas venezolanos.
El Sexto Encuentro es la correspondencia a la inquietud de la ciudadanía por la cultura musical. Es esta una ruta para el cauce de las inquietudes de los niños y jóvenes que tratan de fijar su atención en el quehacer artístico, como complemento a su preparación seglar. Por ellos es que Labza y su grupo de colaboradores se entregan del todo al trabajo y a la organización de un evento tan ambicioso como el que nos ocupa.
El trabajo de este tecladista y maestro ha rendido sorprendente fructificación en Orizaba. Director fundador del Ensamble de Cámara Juvenil, ha logrado llevar a este conjunto hacia festivales nacionales, encuentros en Estados Unidos y una afortunada incursión hacia Ucrania. A Labza auxilian, sin afanes lucrativos y por la sola inquietud de participar, gentes como las escritoras Nati Rigonni y Laura Fernández Montesinos, así como la violinista Diana Fonseca.
MEMORABLE ACONTECIMIENTO CULTURAL
El Sexto Encuentro Internacional de Orquestas Infantiles no es sólo el intento por presentar una serie de buenos espectáculos musicales ante los orizabeños. Es también la oportunidad para que los jóvenes instrumentistas alternen con experimentados ejecutantes de otros lugares y con el más diverso repertorio posible. Al conjuntar una orquesta de 120 elementos, Labza permite que todos se enriquezcan con los conocimientos de sus compañeros y compartan todos la enriquecedora experiencia de recrear el arte sonoro en todos sus niveles, desde la llamada "música culta" hasta los valses y mambos de Pérez Prado.
Fue así que en la audición del sábado 10, sobre el homenaje a Daniel Villegas, se interpretaron obras de Marc-Antoine Charpentier, Ludwig van Beethoven, Johann Strauss, hijo; Piotr Ilich Chaikovski, Aram Jachaturian y Georgy Sviridov, combinado todo ello con música de Leroy Anderson, Pérez Prado, tradicional veracruzana y villancicos navideños.
Sobre el podio desfilaron maestros procedentes de Tlaxcala, Cuernavaca, Chihuahua, Tuxtla Gutiérrez, Chacao (Venezuela) y México, todos con resultados por demás satisfactorios.
Resulta conmovedor observar el empeño y la entrega de niños desde cinco años hasta adolescentes, todos agrupados en un gigantesco ensamble de más de un centenar de elementos bajo la supervisión de distintos maestros. Ha sido la experiencia de estos últimos que permitió la vigilancia permanente sobre la buena afinación, un detalle importantísimo que resulta casi invariablemente en el Talón de Aquiles de las orquestas jóvenes.
Todo lo anterior se combinó para el logro de un festejo memorable y que habría de repetirse al día siguiente, domingo, en el remozado auditorio "Manuel Suárez" de Córdoba.
GANAR EXPERIENCIA
Labza, aparentemente incansable en la organización y empeñoso desde el acomodo de las sillas en el escenario hasta la dirección del enorme ensamble, se muestra esperanzado en el destino de su esfuerzo y en la dedicación de su alumnos. Para los niños músicos, en diversas ocasiones, ha resultado una vivencia increíblemente aleccionadora compartir escenario con músicos profesionales; no pierde la esperanza de que los instrumentistas de la Orquesta Sinfónica de Xalapa accedan a ello.
Por lo mismo, se encuentra a la espera de una oportunidad para el intercambio de ideas con Fernando Lozano, titular de la OSX y recientemente asignado responsable del programa de orquestas infantiles y juveniles en el Estado de Veracruz, por el gobernador Fidel Herrera Beltrán.
"Orizaba es tierra de gente culta", comenta Labza para Diario de Xalapa. "Aquí hay muchísima gente que sigue sábado a sábado el programa de ópera que transmite Radio Más, que se nutre de información con las transmisiones radiofónicas de los conciertos de la Sinfónica de Xalapa y que apoya decididamente la actividad musical. Esta gente espera ser tomada en cuenta dentro de los programas de promoción del arte y sus hijos serán los mayormente beneficiados. Yo tengo enormes expectativas en que permitan a estos niños un buen desarrollo musical; que se les dé la oportunidad de ganar experiencia y de que se nutran con el conocimiento de los magníficos músicos profesionales que laboran en la capital del Estado. Esperamos que nos tomen en cuenta en ese programa estatal de orquestas...".