Organización Editorial Mexicana
24 de enero de 2010
Carlos Aviña / El Sol de México
Ciudad de México.- El Centro Nacional de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), prácticamente es un museo al aire libre, por su significativo valor plástico y cultural. En sus muros, escultores y pintores mexicanos de talla internacional por su calidad artística, plasmaron obras que representan tendencias nacionalistas y cosmopolitas, en las cuales se hace una revisión de nuestros orígenes y de los beneficios que brindan la modernidad, la cultura, la tecnología y la comunicación.
Los mexicanos podrán fácilmente identificar la riqueza de simbolismos en la que se describe la lucha del pueblo por su libertad; el esfuerzo diario del labrador y el obrero; la actividad de la SCT con el cartero, el ingeniero civil, el aviador, el ferrocarrilero, el marinero, entre otros trabajadores que han hecho posible que nuestro país cuente con una moderna infraestructura.
Grandes artistas plásticos y escultóricos como Juan O´Gorman, José Chávez Morado o Luis García Robledo, legaron murales con un valor insospechado; debido a ello, este patrimonio artístico pasó a formar parte del acervo cultural de la Ciudad de México desde mediados de las década de los 50.
En los sismos de 1985 fue severamente dañado y gracias a un programa de restauración encabezados por autoridades de la SCT y del INBA, fue posible devolverles a los murales su originalidad y majestuosidad, tal como fueron concebidos por sus autores.
En sí, los murales y esculturas que adornan los muros de la dependencia tienen diversos significados, como:
CANTO A LA PATRIA:Mural de Juan O´Gorman, ubicado en el acceso de Xola, describe, entre otros temas, la historia desde la época prehispánica hasta la Revolución. En tanto que el mural de José Chávez Morado llamado "Los Mayas", está inspirado en la iconografía de los códices indígenas para plasmar las rutas de las migraciones.
COSMOGONÍA:
En los cuatro muros situados sobre la avenida Xola están diversas interpretaciones cosmogónicas de los nahuas. Se complementan con figuras históricas, sociales y políticas. El pueblo nahua basó su cosmogonía en el recuerdo de cuatro épocas o edades de su existencia, expresándolas jeroglíficamente mediante la figura de cuatro soles correspondientes a otras tantas épocas que terminaron debido a cataclismos.
INDEPENDENCIA Y PROGRESO:
Sobre el lado poniente del cuerpo B, frente a la avenida Universidad, Juan O'Gorman dibuja este mural a base de signos precolombinos. El Ocelotl y Tláloc, al centro, simbolizan la fecundidad. el trazo de este mural a base de signos precolombinos describe la fecundidad, la electrificación de México, la arquitectura mexicana y las telecomunicaciones; en su extremo superior izquierdo, campea Miguel Hidalgo con el estandarte guadalupano. Al fondo el sol de la libertad, el águila y la serpiente, con la fecha 16 de septiembre de 1810, y varias figuras recuerdan el monte de Las Cruces.
CUATRO SIGLOS DE COMUNICACIONES:
Este mural que mira al norte, está situado en el lado poniente del cuerpo A, se compone de dos secciones que describen los sistemas de transporte y la vida durante la época colonial y el actual plan de comunicaciones que compara el México antiguo con el moderno.
CONQUISTA Y LIBERTAD:
En el lado oriente del cuerpo A mirando hacia el norte. Tiene 38 metros de altura por 24 metros de ancho. Es también obra de José Chávez Morado. En la parte superior izquierda, figuran los símbolos del firmamento. Abajo la carabela de la que han desembarcado los frailes que recuerdan la conquista espiritual. Los soldados de Hernán Cortés representan la dominación física. La parte central está ocupada por un árbol, símbolo del desarrollo de México coronado con la figura de la naturaleza. En las raíces del árbol se enlazan dos figuras humanas yacentes que lo fertilizan: son los mártires anónimos del trabajo. Las raíces continúan hacia la parte inferior para nutrirse con la sangre de los héroes: Miguel Hidalgo, José María Morelos, Benito Juárez y Francisco I Madero. Al pie del árbol, en un hueco, aparece una figura juvenil, el espíritu de México. Las ramas del árbol amparan a campesinos y trabajadores. Junto a ellos el águila que rescata la prosperidad mexicana del petróleo.
LOS AZTECAS:
Mural situado sobre el lado oriente del cuerpo A, sobre 282 metros cuadrados , José Chávez Morado describe la civilización Azteca y sus comunicaciones. Las rutas y caminos están representados por franjas de colores y huellas de plantas humanas. En la parte superior al Dios Tláloc coronado por la figura de un mensajero. Los guerreros dan protección a los pochtecas y tamemes (comercio y transporte). Abajo se ven las órdenes guerreras y el símbolo de Cuauhtémoc.
LOS LIBERTADORES:
Se ubican en los paneles del cuerpo B, sobre la entrada que mira el Eje Central. Juan O'Gorman simbolizó la independencia económica de México: Artículo 27 constitucional, nacionalización de los ferrocarriles, reforma agraria y diversas formas de comunicación. Junto a un sol con la palabra independencia José María Morelos empuña su bandera. El Ocelotl es el símbolo de la tierra que grita, que habla o que clama.
En la superficie del lado izquierdo, se rinde homenaje a los libertadores. Iconografía latina indígena con estilizaciones modernas: los tigres, las palomas son la tierra y el aire. Junto a la leyenda Agua para Todos, un técnico distruibuyéndola. Remata este panel la figura de doña Leona Vicario, portando un cartel que dice Viva la Revolución y la bandera nacional con la expresión Viva México, un sol con la palabra Libertad y una antorcha proporciona mayor énfasis al conjunto. Se simbolizó la independencia económica de México.
EL PÓRTICO:
En la fachada del lado oriente, destaca un grupo escultórico de Francisco Zúñiga. A la derecha del espectador domina una gran figura, la tierra, cubierta por una planta de maíz y coronada por mazorcas y flores. Un adolescente, el Sol, se inclina sobre su cabeza y la fecunda, mientras la tierra distribuye frutos y simientes. La aviación se simboliza en una mujer con los brazos extendidos y cabello flotante; el transporte mediante el tameme cargado de mazorcas. Complementan este grupo otras figuras que representan las comunicaciones.
Al lado izquierdo de la fachada, la figura predominante es también una mujer, la patria, junto a la que destacan los técnicos, un grupo de remeros significa la comunicación náutica. El individuo que toca el huéhuetl, la mujer que hace sonar el caracol y el hombre a caballo, que entrega un mensaje, representan la difusión y la intercomunicación.
En la explanada se ubica una escultura monumental denominada CUAUHTÉMOC que representa al joven héroe Azteca. Obra de Rodrigo Arenas Betancourt. Se yergue y empuña una filosa obsidiana, en actitud de defensa, ciñe la mano de la mujer, que sostiene una mazorca de maíz germinado, símbolo de la fecundidad. La mujer es la patria y se ampara con el cuerpo del hombre, cuyo dorso se cobija bajo la figura del águila que cae. El conjunto expresa el latir de una nueva vida, es espíritu del México entero. El grupo descansa sobre un plinto de recinto en forma de cactus. Se ubica sobre la plaza oriente del edificio.