México, 3 de enero .- Ingenio es el término utilizado para denominar el sitio donde se fabrica el azúcar, y es que se necesita mucho para llegar al dulce, como lo muestran las exposiciones temporales del Museo Nacional de Culturas Populares, "Azúcar-arte joven" y "Un dulce ingenio. El azúcar en México".
Esta última permite conocer la fusión de técnicas y costumbres africanas, europeas e indígenas, en torno a la producción y consumo del azúcar, traída por los españoles a México durante la conquista. Detrás del azúcar han estado indígenas, hacendados, esclavos, deforestación, industria, cañeros, jornaleros, ceremonias, festejos, así como riqueza y tecnología.
"Un dulce ingenio. El azúcar en México" ilustra mediante instalaciones, videos, instrumentos y vestuarios, el proceso de producción y consumo de la misma. Desde el cultivo y cosecha de la caña, la obtención del jugo de la misma, el cual se exprime, limpia y calienta en enormes cazos de cobre; la cristalización, la elaboración de los primeros dulces, hasta llegar a las danzas típicas.
Por ejemplo, la "Danza de los negritos" o la de "El trapiche", la cual se lleva a cabo en la Huasteca veracruzana, para agradecer a los dioses por la buena cosecha de caña y al trapiche por ayudar a transformarla en piloncillo. En el marco de "Un dulce ingenio. El azúcar en México", y como un complemento de ella, la intención de "Azúcar-arte joven" es conocer el punto de vista de jóvenes artistas, principalmente de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, en torno a este producto cotidiano, entender su interpretación personal del mundo del azúcar y compartirla.
En esta exposición se aprecian esculturas como "Y sigue la mata dando", de Jessica Camacho Lara, y "Dulces líneas", de Eva Yabet Gutiérrez; arte-objetos como "Los hijos del piloncillo", de Luis Manuel García Guillén, y "Dulce reflejo", de Carlos Cabrales Quintana, e instalaciones como "400 años", de Cecilia Noriega. También, xilografías, entre ellas "Robando caña", de Noel Rodríguez; grabados como "Sobreviviendo a los imperios", de Marco Garrido; acuarelas como "Un dulce ingenio", de Otelo Granados Reyes; pinturas como "El porqué de las cañas", de Miguel Angel Yescas, y pintoesculturas como "Dulce Tzompantli", de Odette Fajardo Montaño.
Algunas de ellas fueron elaboradas con calaveritas, cañas, moscabado, jarabe, entre otros productos extraídos del azúcar. Cabe decir que México ocupa el sexto lugar como productor de azúcar en el mundo y también es uno de los países en donde más dulce se consume.
Por ello, incursionar en el arraigo de la caña de azúcar en el país y su vinculación con los grupos sociales que la producen y consumen, así como dar un breve recorrido en el patrimonio cultural generado, es la intención de estas exposiciones que permanecerán abiertas al público hasta mayo de 2010.(Con información de Notimex/JOT)