Datos: En la Av. Ocampo y Coronado, este 25 de marzo de 2010, a las 17:30 hrs.
Programa: Honores a los símbolos patrios, presentación de autoridades en presídium, discursos y mensajes de autoridades, y entonación del himno del estado de Chihuahua. Evento abierto al público.
Invitados especiales: Lic. José Reyes Baeza, Gobernador Constitucional del Estado; Lic. Rodolfo Acosta Muñoz, Pdte. del Supremo Tribunal de Justicia; Dip. María Ávila Serna, Pdta. del H. Congreso del Estado; Lic. Álvaro Madero Múñoz, Presidente Municipal de Chihuahua; Felipe de Jesús Espitia Hernández, Comandante de la 5ta. Zona Militar; Lic. Guadalupe Chacón Monárrez, Secretaria de Educación y Cultura; Mtro. Luis Eduardo Ibáñez Hernández, Director del Instituto de Cultura del Municipio; Lic. Jorge Cruz Russek, Presidente estatal de Tres Siglos, Tres Fiestas, A. C; Mtra. Angelina Peressini Ortega, Regidora de Cultura; Profesor. Rubén Beltrán Acosta, Cronista de la Ciudad y consejero de Tres Siglos Tres Fiestas; entre otros.
Cápsula Cultural:
La Batalla del 25 de marzo de 1866
Profr. Rubén Beltrán Acosta
Cronista de la ciudad
Consejero de Tres Siglos Tres Fiestas A.C.
La brigada republicana comandada por Don Luis Terrazas salió de Paso del Norte, rumbo a la ciudad de Chihuahua, el 3 de marzo de 1866, con el propósito de recuperar esta plaza que se encontraba en poder de Juan Ramírez y de Julio Carranco, habiendo llegado al Carrizal el 9 de marzo; un día después continuó su marcha hacia Villa Aldama, pasando por la Hacienda de Agua Nueva, donde el Coronel Terrazas comunicó sus planes a las autoridades de Aldama, Allende, Camargo y Rosales, así como al coronel Agustín Vázquez, comandante de la línea del sur, solicitándoles contingentes de soldados voluntarios.
El día 16 el Coronel Terrazas estableció su cuartel general en Villa Aldama, permaneciendo ahí hasta el día 24. En este sitio se sumaron las tropas de voluntarios auxiliares que enseguida fueron la fuerza efectiva que concurrió a la toma de la ciudad de Chihuahua. El día 24 salió de Aldama la brigada, haciendo alto en el Rancho En medio, en la misma fecha en que habían entrado a la capital 300 hombres del Cantón Guerrero, leales a los franceses, al mando del cabecilla Feliciano Enríquez y, con este contingente, el número de combatientes de los dos bandos se igualó. A las 12:00 de la noche se organizó ya la brigada en columna de ataque y se emprendió la marcha, dejando el camino de Tabalaopa y, haciendo una Travesía hacia la izquierda, para llegar al Rancho Aválos. Enseguida la brigada hizo alto al pie del Cerro Grande
A las 9:00 de la mañana del siguiente día, la brigada se instaló a cuatro leguas de la plaza de la ciudad, mientras que sus avanzadas exploraban la zona de la alameda de Santa Rita y algunos combatientes penetraban hasta la ciudad donde sostuvieron varios encuentros esporádicos.
Los imperialistas por su parte amagaban por el flanco izquierdo con una fuerza de tres armas, que era protegida por tiradores desde lo alto de la Iglesia de Santa Rita y por otros que se habían colocado en los edificios, en los arcos del acueducto y en el Arroyo de la Canoa. Estos fueron vencidos después de un combate que duró varias horas, habiéndoseles tomado 94 prisioneros y una pieza de montaña.
Los imperialistas se replegaron entonces hasta el centro de la ciudad, al no poder alcanzar éxito frente a las fuerzas republicanas y de esta suerte, los contingentes del Coronel Terrazas pudieron tomar la plaza.
Otro grupo de combatientes republicanos logró llegar hasta el costado izquierdo del instituto ubicándose, de hecho, frente a la fortificación del enemigo. En estas condiciones el Coronel Terrazas procedió a nombrar, como jefe de la línea de ataque, al Coronel Sostenes Rocha, quedando el mando general en el siguiente orden:
Centro.- Coronel Félix Díaz
Derecha.- Teniente Coronel Rafael Platón Sánchez
Izquierda.- Guillermo Vasqueti
Reserva.- coronel Juan P. Castro
Al ocupar la plaza principal se hizo necesario desalojar al enemigo de las torres de la parroquia y de esta manera los integrantes de la guarnición quedaron prisioneros en poder de las fuerzas republicanas. Enseguida, a través de excavaciones en los muros de los edificios, las fuerzas comandadas por Terrazas lograron llegar hasta el refugio enemigo que se localizaba en el Colegio de Jesuitas, en el Cuartel Hidalgo, en el Instituto y en la Iglesia de San Francisco. Los atacantes procedieron a colocar parapetos con adobes y castillos para protegerse de las balas enemigas. En estas condiciones los imperialistas no pudieron resistir el ataque de los republicanos pero estos últimos determinaron continuar sus acciones guerreras por la noche.
El enemigo ya muy debilitado aprovecho la oscuridad para proteger la fuga de sus jefes y de una parte de su contingente bélico. A las 11:00 de la noche 200 individuos se rindieron, dejando libre la entrada a los jefes republicanos, quienes tomaron posesión del sitio por medio del comandante de escuadrón, Matías Pereyra, acompañado de cinco soldados del batallón de los supremos poderes. En esta batalla histórica se distinguieron todos los oficiales y voluntarios que habían unido su ideal, sobresaliendo en el mando y en la estrategia los siguientes coroneles: Luis Terrazas, Félix Díaz, Sostenes Rocha, Tomás Borrego, Juan P. Castro y José María Gómez; los tenientes coroneles Rafael Platón Sánchez y Guillermo Vazqueti. De igual manera fue relevante la participación del cura de Santa Rosalía, Jesús Morales, del Teniente Coronel Jesús Muñoz Delgado y de todos los jefes, oficiales y cuerpos voluntarios que ya se mencionaron.
La toma de la ciudad de Chihuahua, del 25 de marzo de 1866, quedó grabada en el libro de la historia regional como un ejemplo de patriotismo y de valor, que bien puede ofrecerse como ejemplo a las generaciones de todas las épocas.
Fue el día 25 de marzo de 1866, la fecha en que el Jefe de la Artillería Republicana, Platón Sánchez, ordenó a uno de sus artilleros llamado Brigido Chavira, que hiciera un disparo de cañón dirigido a la catedral desde el Parque Lerdo, y fue dicha bala la que le arranco una parte a la campana mayor, provocando que los traidores leales a los imperialistas franceses se entregaran y otros escaparan. Es por esto que la mencionada campana se ha considerado en la historia regional como una importante huella de un acontecimiento relevante que devolvió la libertad a la ciudad de Chihuahua, después de haberse mantenido en poder del grupo de traidores que se habían unido al ejército francés.
Con motivo de las conmemoraciones del Bicentenario de inicio de Independencia y Centenario de la Revolución, se declarará patrimonio histórico la campana de la Catedral de Chihuahua, misma que recibió un cañonazo durante la intervención del ejército el 25 de marzo de 1866. Es importante destacar que la ciudad de Chihuahua ha conservado este objeto emblemático durante 144 años ya que es una huella imborrable del valor y la lealtad de los chihuahuenses para el Gobierno de la República, durante la intervención francesa y el Imperio.