En 1975 el productor Frank Farian, un antiguo cantautor alemán convertido en Doctor Frankenstein musical que en los ochenta se hizo famoso por ser la mente tras Milli Vanilli, estaba buscando actores que hicieran playback en la televisión de su éxito Baby do you wanna Bump. El sencillo iba firmado por un grupo inexistente llamado Boney M. Era un híbrido que sonaba como una especie de ABBA compuesto de jamaicanos negros haciendo música disco: una melodía pegadiza, una voz masculina forzadamente profunda y coros femeninos.
Pero el posterior éxito de Boney M desbordó todas las previsiones. Sus cuatro primeros discos, uno al año desde 1976 hasta 1979, vendieron más de 40 millones de copias. Tuvieron 15 números uno en Alemania y 22 de sus canciones entraron en el top ten británico, cinco de ellas en el número uno. Son temas que ahora están en el imaginario popular: Belfast, Rivers of Babylon, Ma Baker... Su sencillo Daddy cool fue el más vendido en las islas en 1978, donde les recibió la Reina Isabel II y la revista Time les dedica una página...
A partir de 1980 la cosa se complica. Farrell desarrolla modos de diva. Llega tarde a los directos, olvida las letras de canciones que simplemente tenía que fingir que cantaba y al mismo tiempo reclama insistentemente a Farian que le deje participar en las grabaciones. Finalmente, es expulsado de la banda por "poco fiable" pero sus sustitutos no funcionan y se le vuelve a admitir. En parte era una revuelta interna. Las tensiones en el grupo, a causa del dinero, empezaban a ser insoportables: eran la exportación musical más rentable de Alemania, pero Farian los dirigía con mano de hierro y se llevaba el grueso de los ingresos. En 2002 Liz Mitchell contaba a la BBC que los miembros del grupo apenas recibían un 9% de lo que generaban. En 1986 una separación, en principio por tres meses, se convierte en casi definitiva.
Termina viviendo de las ayudas sociales en un piso de los suburbios pobres de Rótterdam. Su matrimonio se deteriora rápidamente y después de una pelea conyugal, trata de prender fuego a Yasmine, su mujer, con la que tiene dos hijos, rociándola con gasolina. En 1994 es condenado y encarcelado por un tribunal holandés.
Son tiempos mejores. La herencia musical de Boney M es reivindicada por los popes de la música de baile y Farrell es un ilustre perdedor. El paradigma de lo que la maquinaria del pop comercial puede hacer con un artista. En 2005 protagonizó el vídeo de Turn on the music de la estrella del house Roger Sánchez. El clip empezaba con una frase impresa en el que se habla de los millones de dólares en royalties que Farrell ganó y nunca cobró. Y terminaba con una cita de Farrell: "Soy un auténtico intérprete. Dame una buena melodía y estoy preparado. Es lo que hago y es lo que haré hasta el fin de mis días".